jueves, 3 de julio de 2014

El Sr. Google no sintoniza la Mesa Redonda.

Todo el que lea este post, incluso quienes viven en Cuba, sabrá lo que es y significa el buscador Google a estas alturas de globalización de la información.
Pues, para el que de esto no se haya enterado, esta semana hemos conocido que los más altos ejecutivos del mayor buscador global estuvieron visitando la isla, se reunieron con influyentes esferas y visitaron la Universidad de Ciencias Informáticas (U.C.I).
Como a cada visitante a la isla les pareció haber retrocedido 50 años al pisar la isla, los coches antiguos y el desconocimiento absoluto de lo cotidiano en este mundo, como qué son los impuestos, pregunta que en mi último viaje a Cuba me hizo un Ingeniero graduado en la UCI. Pero los responsables de este hito de las comunicaciones saben qué fueron a buscar.No es que Cuba represente un mercado potente para la compañía por el número de internautas que pudiera captar de abrirse finalmente el tan deseado acceso universal a internet, sino lo que representa el pequeño territorio a nivel político, que en definitiva, lo es todo.
La influencia de Cuba en las relaciones internacionales es innegable. El gobierno ha logrado desplegar durante los 54 años de sistema socialista, una red que se ríe de cualquier lobby, actualmente tan en boga. No me refiero a su peso en no sólo en el llamado Tercer Mundo, que podría ser objeto de otro post, también la inamovible U.E ha dado su brazo a torcer accediendo a dialogar después de tantos años de Posición Común, con la cual le exigía a La Habana trasformaciones democráticas y respeto a los derechos humanos.
Google, asustado por la masiva presencia de la tecnología china en Cuba, y que las empresas norteamericanas, aunque hayan matriculado sus marcas en los registros de la isla, ante un hipotético fin del bloqueo, y a la saga de los europeos que les llevan años de ventaja inversionista, se apresura a tener el bocado del pastel que les corresponde a su cercanía geográfica, potencia mundial y socio natural. Y, si de una vez sirve, intentar reflotar sus relaciones tecnológicas con el gigante asiático, interrumpidas cuando China dedujo que la empresa norteamericana violaba su censura informativa.
Un servidor, hambriento de información y debate político de cualquier color, también mastica el único espacio monologado y unidireccional de la prensa nacional. En un capítulo dirigido a resolver interrogantes sobre la nueva y apetitosa Ley cubana de Inversión extranjera, una funcionaria respondió a un mail dirigido a la extensión de la norma con respecto a las telecomunicaciones con que ésta limitaba la presencia de empresas foráneas siempre que peligrara la seguridad nacional; lo cual incluía el sector de las telecomunicaciones por el interés reiterado del enemigo en destruir la revolución (sic). Haciendo alusión, seguidamente al inútil proyecto ZunZuneo, una fracasada red social vinculada a la CIA, que a través de la USAID y de tapadillo, informaba a sus seguidores sobre la por ambas partes manipulable realidad de la isla.
En fin, que en aras de la seguridad nacional, la incompetente y peor gestionada ETECSA, seguirá monopolizando el sector de las telecomunicaciones en Cuba. El  temor a la información cierta o no, niega a los cubanos acceder otros precios, calidad y respeto al cliente, a que otras compañías más competentes y experimentadas gestionen el sector.
La cara amable del gobierno accede a que los grandes empresas visiten Cuba y de una vez convencerlas de que el injusto bloqueo tiene la culpa de todos los problemas internos. Hay pocas oportunidades para hacerse la foto. Probablemente el mayor buscador global sea un iluso o está desinformado, pero con total seguridad el Sr. Google no sintoniza la Mesa redonda.

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